Cuantas veces se han escapado las flores de estas primaveras analfabetas.
Deshojando recuerdos en un pantanoso terreno desolado, disparo un grito en medio del viento, y le recuerdo al espacio que el pecho sigue latiendo más allá de su desencanto.
Llevando por calles miradas perdidas, retomo las fuerzas que me impulsan a un nuevo descubrimiento interno de observaciones, espacios y silencios que trasforman la mente en la nave mas precisa para estos casos.
Ya serán pocos los que rasguñen el colapso de una sociedad tajante y verborragica.
Ya dejaremos de ser pocos los que desmienten un sistema poco propicio para las cualidades natas de seres sensibles al derredor.
Uniremos espacios y tiempos, daremos nuestros cuentos a aquellos que necesitan de un aliento para subsistir.
By Carelia Gajardo
0 comentarios:
Publicar un comentario