Jocoso por contemplar esta maravilla, mientras una breve brisa acariciaba mi rostro, permanecí tranquilo y dócil.
Era una imagen perfecta para lograr la paz anhelada; un instante donde el encuentro con uno mismo se logra sin mucha meditación exagerada.
Espacio, calma, aires de futuro, sonrisa involuntaria, trasformaban ese instante en el fomentador de una esperanza creadora de nuevos andares para el ser cotidiano.
Era sin duda el mejor disparador de esas vueltas de hojas que trasforman la vida.

Una creencia que pocos logran por miedo a nada, o quizá por miedo a todo.
Esos quehaceres que la humanidad quiere y que sabe que es el centro mismo de su propia creación.
Llegar a lo mas puro para lograr lo mas tangible, invencible y pleno que el hombre necesita.
Quiera el mundo frenar a tiempo, mirar al cielo, cerrar los ojos, buscar la tierra, el mar, los desiertos, amar lo poco, querer lo bueno.
Que ese contacto que desapareció, se logre ahora, nunca es tarde cuando echamos andar con ganas y cuando se esta unánime hacia un mismo camino.
Que cada individuo se busque, que se encuentre así mismo.
¡Si todos pudiéramos sentir los sentidos!
Si viéramos que con tan solo poner un granito, esto sí sería, un Gran Paraíso.
By Carelia Gajardo
1 comentarios:
aun no te hablé, pero tengo uno blog podes mirar en el www.esuperbomsaber.blogspot.com
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